Buenos días, hoy traemos un crafteo que no va mas allá de lo que se le podría ocurrir a cualquier mortal, hablamos de reciclaje de muebles antiguos usando las nuevas pinturas con acabados tan preciosos como el que nos ofrece la gran desconocida Chalk Paint.
Por que sí señores, aunque sea muy nombrado en el mundo de la blogosfera y en los Instagrams más "cuquis", es muy ignorado a pie de calle, en la ferretería de al lado de casa e incluso en grandes centros de bricolaje muy conocidos.
Nuestra idea partía después de pasear por casa de la abuela mirando con recelo, y buscando aquello que podría convertirse en un nuevo tesoro vintage, y al torcer una esquina ves una banqueta de madera malamente pintada de blanco y te la imaginas de un color pastel, y de repente le dices a tu abuela: ¿Me la regalas?... es que la voy a restaurar, a lo que ella te responde, si claro, si esa banqueta tiene mas de 50 años.... y lo que viene después es preguntar por miles de tiendas:
-¿Tienen Chalk paint?, ¿pintura de yeso?, ¿pintura a la tiza?.... y obtener de respuesta una cara de asombro, y sí, sentirte tonta =).
Así que después de buscar por Internet y estar decididas a comprarlo en la primera tienda on line que aparezca, encontramos que en Murcia tenemos una tienda muy bonita, que se llama El laboratorio del Mueble, SU WEB AQUÍ donde entras y hay una luz de salita de casa, un señor con un delantal de trabajo, y muchos muebles restaurados, y si, allí están todos los colores de Chalk paint creados por Annie Sloan, una de las pioneras en este tipo de pintura.
Sobre la pintura, decir que, es muy agradecida de usar ya que no es necesario eliminar ningún resto del material con el que estuviera pintado el mueble en cuestión, se adhiere sobre cualquier superficie, quedando un suave tacto aterciopelado, por lo que no solo podemos pintar sobre madera sino también sobre metal, sillas de todo tipo de material, tiradores....
Ya solo queda elegir el color, y el que mas se ajustaba a nuestros requerimientos era este:
Esta es la banqueta que queríamos restaurar: a pesar de que no es necesario utilizar lija, como la propia madera era muy antigua y había sido pintada masivamente de blanco, optamos por lijarla un poco, para alisar la superficie, y también que aparecieran otras betas de color, que después podrían dar un aspecto especial al acabado final. También al haber signos de que en su tierna juventud pudiera haber sido atacado por termitas, durante dos semanas rociamos con insecticida común para bichitos (aunque no es muy ortodoxo y hay tratamientos específicos, creemos saber que ya no habita nada por allí).
Y aquí tenemos la mesa de trabajo preparada, usamos tres tipos de pinceles, un rodillo, una brocha de palo largo y pelo espeso y redondeado, y un pincel más fino para los detalles.
Una sola capa fue necesaria para obtener el aspecto desenfadado que buscábamos, y este es el resultado final:
Justo lo que estábamos buscando,
¿Os animáis a dar nueva vida a objetos que tenemos muertos de risa por casa?.
¡Feliz fin de semana!
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