A todos en alguna ocasión se nos ha presentado o se nos presentará la posibilidad de celebrar un evento íntimo junto los que mas nos importan. Son esas situaciones en las que queremos darle un toque personal, algo que diferencie ese día de los demás y que lo convierta en único y especial tanto para los anfitriones como para los invitados.
En este caso os vamos a mostrar el bautizo al que fuimos invitadas el fin de semana pasado, una fiesta preciosa en un lugar encantador y con muchos detalles hechos a mano que le dieron ese toque especial que todos buscamos. Toma libreta y lápiz y apunta algunas de estas ideas que te pueden servir para decorar desde una boda hasta una cena de amigos.
El sitio donde tuvo lugar este bautizo fue en casa de los abuelos, una casa en el campo que ya de por sí nos dejó con la boca abierta. Al ser aún verano y hacer la celebración por la noche, todo se prestaba a usar el jardín, una zona en la entrada de la casa con grava en el suelo y suficiente espacio para acoger a los 90 invitados.
Aunque en un primer momento se pensó en que la cena fuera un picoteo de pie, la realidad es que siempre es más cómodo poder tener donde sentarse...así que para no subir demasiado el gasto con un catering que sirviera en mesas se optó por un buffet repartido en mesas en el centro del sitio y mesas alrededor, de modo que la gente fuese sirviéndose por si misma lo que le fuese apeteciendo.
Para dar un toque diferente a la iluminación, se compraron lámparas globo de Ikea que se decoraron con unas "faldas" de papel cebolla blanco. Estas faldas consistían en una lámina de este papel rodeando la lampara y cortada a tiras, com podéis ver en esta foto:
Para las mesas se eligió una maceta sencilla, también de Ikea con flores naturales, y un par de velas. Además se imprimió el menú para que la gente pudiese saber en todo momento entre que podía elegir (nosotras lo probamos todo!). Para estos menú se tomó como base la lámina que sirvió de base para toda la decoración, una ilustración muy original de tres nubes: papa, mama y la pequeña nube nueva con pañales, y por tanto que no deja caer la lluvia :)
Para la cubertería se buscaron por internet cubiertos de madera (a muy buen precio por cierto) y se hizo esta composición tan fácil como original: una servilleta donde introducimos un juego de cubiertos, y con una tira de tela sacada de un paño (de los típicos que se hacen con las camisetas de algodón blancas que ya no usamos) se rodea la servilleta y se hace un lazo.
Completando la decoración había múltiples pompones hechos a mano con papel cebolla y en tonos azules, a juego con la ilustración de las nubes (en otra entrada mostraremos lo fácil que es confeccionarlos).
Además, para que todo el mundo pudiese dejar su huella en ese día tan bonito, se preparó un rinconcito en el que los invitados tenían la oportunidad de dejar una dedicatoria y su firma. Para ello se puso un libro de firmas y junto a la ilustración de las nubes se prepararon varias láminas con gotas de lluvia en cada una de las cuales los distintos invitados podían dejar su nombre.
Por otro lado se pusieron un par de baños portátiles para evitar un desastre en el interior de la casa, eso sí, con unos cuantos detalles que los hacían menos impersonales: un pequeño espejo que pese poco y que podamos pegar con velcro adhesivo a dos caras en la pared, un pequeño ambientador (que siempre viene bien) y una plantita recogida en el jardín de la misma casa, en este caso jazmín, que no solo sirve de ambientador natural, si no que además consigue dar un poco de alegría al plástico gris.
Al final la velada quedó enmarcada por este ambiente tan acogedor...
Agradecemos a las Alonso su invitación y todas las ideas que nos han aportado y que con tanto cariño llevaron a cabo para conseguir tener una noche inolvidable!
Feliz martes!